Un juez de A Corua ha absuelto a un hombre al que Ferrari acusaba de un delito contra la propiedad industrial y reclamaba 2,1 millones de euros por tunearse un Ford Cougar para que pareciera un Ferrari 430 Scuderia.
Tambin el fiscal solicitaba un ao de prisin por el mismo delito, lo que tampoco ha convencido al juez: “Acaso el uso de un coche tuneado, que aun para los menos entendidos claramente resulta patente que no es un Ferrari, vulnera las reglas de la competencia? Va a perder la marca Ferrari alguna venta de sus exclusivos vehculos por el hecho de que un vendedor de coches de segunda mano se pasee por Arteixo en un Ford Cougar que se parece a un Ferrari? De verdad que se est pretendiendo una condena a penas de prisin y que incluye, de manera aadida, el pago de no menos de 2.100.000 euros por el dao reputacional provocado por el acusado en la imagen de la marca?”.
El acusado era propietario de un negocio de compraventa de vehculos de Arteixo y usaba el Ford para su uso particular y de promocin del negocio (llevaba las pegatinas de la empresa). Segn los hechos probados, a principios de octubre de 2018 compr un Cougar al que sus anteriores propietarios ya haban realizado “diversas modificaciones” con las que haban logrado “una cierta apariencia de pasar por un Ferrari F430 Scuderia”.
Esas alteraciones afectaban a distintos elementos de la carrocera y del interior. Adems, se haban instalado en lugares visibles “emblemas y escudos con el nombre de Ferrari, F430, Scuderia y el caballo rampante caracterstico de Ferrari”. El titular del juzgado de instruccin 3 indica que algunas de estas piezas son de otras marcas, “muy parecidas a las de Ferrari”, mientras que otras son “de fabricacin artesanal”.
“El juguete”
El hombre utiliz el coche apenas 12 das. Le dio tiempo a hacerle fotos y subirlas a la web de su establecimiento junto al mensaje “juguete recin llegado”. El 22 de octubre de 2018 el vehculo fue incautado por la Polica Local de Arteixo.
En el juicio, el hombre neg que pretendiera hacer pasar el coche por un autntico Ferrari, pues los emblemas eran “burdos y se vea perfectamente que eran simples pegatinas”. Tampoco estaba a la venta dijo, porque su empresa solo se venden coches “de gama baja-media”. Ponerlo a la venta habra “espantado” a sus verdaderos clientes.
En sus razonamientos, el juez afirma que “ciertamente” el coche lleg a aparentar ser el Ferrari y que la conducta del acusado “probablemente no sea ejemplar desde la perspectiva del Derecho mercantil”, pero rechaza rechaza que quedara probado en el juicio la comisin de un delito contra la propiedad industrial.
La sentencia -que puede recurrirse a la Audiencia de A Corua- indica no cabe suponer que la voluntad del acusado fuera “el utilizar un vehculo de esas caractersticas vulnerando los derechos registrales de Ferrari”, como exige el delito.
La comisin del delito, recalca la resolucin, “no solo exige ese conocimiento, sino que, adems, la posesin o utilizacin del vehculo ha de hacerse con fines industriales o comerciales”.
El magistrado concluye que las acusaciones “no han podido probar que se haya ofrecido en venta el vehculo, por mucho que haya aparecido la foto del coche en la pgina web del establecimiento”. As, destaca que se trata “de un solo objeto cuyo uso nicamente privado como coche de gerencia encaja ms en el principio de insignificancia […], sin asomo de lesin para los intereses de los consumidores”.