Cuando la cirugía ayuda a las emociones

Los gliomas de bajo grado pertenecen a una categoría de tumores cerebrales que tienen una particularidad: un desarrollo lento pero progresivo. En este caso, estos tumores se manifiestan en crisis epilépticas, situaciones en las que se produce una actividad cerebral anormal que puede provocar convulsiones.

Los gliomas de bajo nivel representan un desafío considerable para los neurocirujanos, debido a su tendencia a invadir áreas funcionales del cerebro, lo que complica significativamente las opciones de tratamiento.

El caso abordado recientemente por el Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid ilustra este desafío. Un paciente presenta un glioma en el cerebro, una región crítica que conecta el sistema límbico, responsable de gestionar las emociones, con la corteza frontal y temporal, fundamentales para el proceso de pensamiento, planificación e interpretación de la información. .

Como explica el Dr. Santiago Gil-Roblesjefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid, «la complejidad de esta área radical en su implicación en un amplio abanico de funciones, ya que el motor de control de cálculos tiene aspectos tan útiles y complejos como la empatía, el tomo de las decisiones, la Proceso emocional y conciencia personal.

mapa cerebral

Para prepararse para la cirugía de este paciente, se debe realizar un meticuloso mapeo cerebral. Este proceso es vital para marcar con precisión áreas críticas del cerebro. Los equipos de diagnóstico por imagen, mediante resonancia magnética funcional, una técnica de vanguardia en el campo de la neuroimagen, pueden observar con precisión áreas cerebrales activas durante áreas específicas.

En esta ocasión, se pide al paciente que participe en una prueba de empatía y ejercicios de movimiento de piedras que le permitan identificar las regiones cerebrales específicas responsables de estas importantes funciones.

La cirugía fue un proceso minucioso y muy técnico, realizado en tres fases planificadas con extrema precaución. La primera fase consistió en la anestesia y preparación del paciente para acceder a la zona cerebral afectada. En la segunda fase, la más crítica, el paciente se desespera y consigue resultados similares a la resonancia magnética.

Este estudio innovador y cuidadoso permitió a los ciudadanos monitorear y proteger la función cerebral en tiempo real para ayudar a extirpar el tumor. Si el paciente comete errores durante la prueba de empatía o muestra dificultad para mover el cálculo, tendrá una señal clara para detectar la resección o extirpación del tumor, minimizando así el riesgo de daño irreversible en áreas clave del cerebro.

La última fase de la cirugía vuelve a implicar la anestesia del paciente para finalizar la operación de forma segura.

Un ajuste completo

El objetivo principal de este procedimiento quirúrgico era extirpar la mayor cantidad posible de tumor sin comprometer las funciones cognitivas y motoras del paciente. Debido a que los gliomas de bajo grado tienen riesgo de malignidad o se transforman en tumores más agresivos y cancerosos con el tiempo, la extirpación extensa y precisa es fundamental para mejorar el pronóstico en un área grande de pacientes. Esto no sólo reduce la probabilidad de recurrencia del tumor, sino que también disminuye la posibilidad de transformación maligna, lo que también mejora las perspectivas de vida del paciente.

Este caso es un claro ejemplo de combinación de técnicas de imagen avanzadas con un abordaje quirúrgico minucioso y humanizado que puede marcar una diferencia significativa en el tratamiento de los gliomas. El uso de resonancia magnética funcional y una estrategia quirúrgica adaptativa, que respeta funciones cerebrales clave, no sólo maximiza la extirpación del tumor, sino que también protege la calidad de vida y la identidad del paciente. Este estudio integral refleja un avance significativo en el campo de la neurocirugía y puede establecer un nuevo estándar para operaciones neurológicas complejas en el futuro, brindando esperanza y nuevas posibilidades para los pacientes con este tipo de diagnóstico.