El Gobierno decide hincarle el diente al poder federativo

La onda expansiva del caso Rubiales podría terminar con el modelo de poder federativo que ha regido el deporte español durante décadas. El presidente del Consejo Superior de Deportes, Víctor Francos, declaró este miércoles que tienen el objetivo de «transformar el sistema electoral de las federaciones españolas». De hecho, el organismo público prepara una Orden Ministerial nueva que regule las elecciones de estas entidades.

El objetivo inmediato es tratar que la Federación Española de Fútbol celebre elecciones en el primer trimestre de 2024 (y no en el segundo trimestre del año, como impone su propia normativa, aunque admita interpretaciones). Pero hay más: el Gobierno, según ha podido saber ABC, quiere reformar el sistema electoral general del deporte español para acotar los llamados cortijos federativos: es decir, reducir el enorme peso de las federaciones territoriales en los procesos electorales de estas entidades privadas de Derecho público, que en no pocas ocasiones generan un sistema clientelar de prebendas recíprocas que impiden la renovación de las organizaciones, incluso cuando alcanzan grados preocupantes de corrupción. El objetivo de la reforma sería reducir el nepotismo, aumentar la transparencia y, aunque esto no está confirmado, acabar con el voto secreto.

«Mientras este Gobierno esté al frente del deporte español, los cambios los vamos a hacer, y no hablo solo del fútbol, hablo en general», dijo el secretario de Estado: «Les aseguró que habrá cambios». Francos no quiso valorar la citación para el próximo viernes de Luis Rubiales en la Audiencia Nacional, pero aseguró que su caída demuestra que la «resistencia del machismo en el deporte se ha acabado».

El cambio de postura del Ejecutivo es de 180 grados, apenas meses después de aprobar una muy criticada Ley del Deporte que no atajó la prescripción de casos de enorme trascendencia pública y no resolvió determinados problemas ancestrales (además, ni siquiera ha podido entrar en vigor debido al retraso gubernamental en su desarrollo reglamentario). El máximo representante político en materia deportiva avanzó de hecho hace dos días que «el Gobierno se plantea una evolución de la Ley del Deporte…», tras mostrarse convencido de que es «imprescindible una reflexión para que no pasen cosas como las que han pasado». Su tolerancia hacia los excesos del rubialismo ha generado tal crisis, se comenta en la institución, que ya no sirven retoques cosméticos en un sistema que ha afectado gravemente la reputación del deporte español.