Uno de los aspectos más alarmantes del Informe Pisa es la evolución de los indicadores en Cataluña y el País Vasco, dos de las regiones más prósperas de España. Son dos de las comunidades autónomas con la peor evolución en Matemáticas entre 2012 y 2022, pero también son las que tienen peores resultados en Lengua. La Generalitat de Cataluña recurrió al despropósito de culpar a los estudiantes inmigrantes de los malos resultados, argumentando que están sobrerrepresentados en el estudio. Además de xenófoba, la argumentación ignora que para rendir en Pisa hay que estar escolarizado al menos 24 meses en el sistema. Todo vale a la hora de no considerar que la inmersión lingüística entendida como una política de acorralamiento del castellano constituye un error que está empobreciendo a Cataluña y al País Vasco. El representante de la OCDE que presentó el informe puntualizó ayer que hablar en casa un idioma distinto al de la escuela es una desventaja relevante.
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