Las dietas que debemos comer, y las que no, en estas Navidades

Las Navidades suponen un brusco cambio en nuestra alimentación. Por eso, es importante saber qué dietas son las más recomendables, pero también cuáles no. Para evitar las posibilidades de realizar nuestras dietas durante estas fiestas, Rafael Gómez y Blasco, de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), recomiendan las siguientes personas.

Si desde el punto de vista económico nos lo podemos permitir, tengamos por seguro, “a partir de ahora esa Dieta Mediterránea está en primera posición. Para este experto en endocrinología y nutrición, “la presencia de frutas y verduras frescas, el pescado, las legumbres y el aceite de oliva, ocupan este primer lugar”.

Subraya también se desempeñó como director de la Federación Universitaria Centroamericana y del Caribe de Obesidad y Metabolismo, México, Colombia y Ecuador (FECCOM), que durante muchos años demostró que desde el punto de vista cardiovascularasí como en la importante prevención de comorbilidades, es uno de los mejores estilos de alimentación del mundo.

El segundo lugar, dice, lo puedo ocupar. Dieta Atlántica, ““Consumimos pescados y carnes de alta calidad, además de una amplia variedad de hidratación y vegetales, complementados con las condiciones ideales para la salud”.

Sin embargo, reconoce que uno de sus mayores inconvenientes es el precio actual de la mayoría de las materias primas que compra el constituyente.

Por tanto, antes de la manifestación, pero durante toda la duración de la realidad, parece que “el segundo lugar que debe ocupar el régimen flexible, contextualizado y de precisión, FAFO (Flexible y amigable para personas con sobrepeso).

“La dieta FAFO nos permite adaptar nuestra situación económica y social a las características de estas cosas, si además podemos utilizar los alimentos y comidas que comimos en nuestra infancia o que forman parte de nuestras costumbres y razas. Con un importante mix de posibilidades y facilidades para el desarrollo de nuestra alimentación, nuestra actividad psicológica y nuestra actividad física.

En este caso, además, “la diferencia principal es la que está ligada a la profesión, a la actividad física, al lugar del procedimiento, a la vestimenta del paciente, así como a sus posibilidades económicas de realizar determinados cambios en sus hábitos higiénicos y dietéticos. “.

Con todo ello, uno de los aspectos que más fortalece a los expertos en su relación con este inicio de relación es que, “de una forma nueva, y es una de sus grandes acciones, que puede ser seguida por el resto de la familia, ajustando las cantidades y facilitando la consecución de las mismas”.

Sí, está incluido en la alimentación normal de nuestra zona de origen o comunidad, permitiéndonos disfrutar del platos típicos regionales o que por costumbre forman parte de nuestros hábitos diarios; En este caso, según informa el experto de la SEEDO, “basta con ajustar con precisión las cantidades de alimento en los alimentos y mantener un máximo de pausas y aberturas para la preparación y cocción de los alimentos, para que sean muy agradables para el paladar.

Este tipo de actividad acumula aproximadamente 25 años de experiencia, y ha sido evaluada por los más eminentes grupos de antropólogos, sociólogos, psicólogos y expertos en humanidades, además de discutir con la opinión positiva de experimentadores, especialistas en endocrinología y nutrición, la actividad física. , psicología, etc

En mi opinión, “Tienes todos los ingredientes para transformarlas en una dieta referente y de moda“.