«Me habéis echado a los leones»

La vuelta a la normalidad en la Fórmula 1 se plasma en el garaje de Red Bull, la decimotercera victoria de Verstappen en 2023, campeones del mundo por equipos, probabilidad de coronar al neerlandés en Qatar -la próxima cita- con su tercer título… Y con Checo Pérez retirado y sin puntuar. En el planeta de la segunda velocidad, el de los mortales, McLaren coloca a dos pilotos en el podio de Japón (Norris y Piastri), Carlos Sainz logra un sexto puesto muy trabajado y Fernando Alonso vive una montaña rusa para situarse octavo.

La carrera tuvo su parte de espectáculo en las radios, en especial la comunicación de Alonso con Aston Martin. No fue un buen día para ambos, sobre todo después de la espectacular salida del español, quien ganó cuatro posiciones con los neumáticos más rápidos.

Pero después de ese subidón de adrenalina, el asunto derivó en las carencias del Aston Martin respecto a los competidores, tanto en la pista con la velocidad del bólido inglés como en la estrategia. «Me habéis echado a los leones parándome tan pronto», dijo el asturiano después del primer paso por el garaje, vuelta 12 para sustituir los rojos por los blancos.

Una carrera dura para el asturiano, bien luchada por su parte, pero en continuo conflicto con sus ingenieros y responsables del Aston Martin. «Ocon se va en las rectas, va a ser una pesadilla, pensad en algo», urgió Alonso unas vueltas después, cuando no podía adelantar al piloto francés de Alpine pese a que tenía ventaja de ruedas más frescas.

Lo que pensaron los cerebros de Aston Martin fue cambiar de nuevo los neumáticos duros (blancos) para depositar al asturiano en unas condiciones decentes para pelear contra sus rivales en los últimos giros.

Como siempre, la misión de Alonso fue en solitario, ya que su compañero Lance Stroll ni está ni se le espera. Otra vez se retiró el canadiense, sin sumar puntos, sin aportar algo a la estructura británica, muy pobre su papel en comparación con el doble campeón del mundo que tiene por vecino.

Gran salida

La teoría dice que Alonso podría estar satisfecho, pues salía décimo y acabó octavo. No fue así porque el asturiano mide en otros parámetros. Gracias a una salida imponente, dos adelantamientos a final de recta y otros dos en las primeras curvas, era sexto en el giro inicial.

«El ritmo del coche ha sido mejor del esperado, me sentía cómodo, pero paramos demasiado pronto para cubrirnos de Tsunoda cuando nuestra carrera era con Mercedes y Ferrari», explicó luego el astur en Dazn.

Sin nada que discutir respecto a la victoria parcial porque Verstappen demuestra ser infalible con las condiciones a favor, hubo una lucha encarnizada entre los dos Mercedes, Hamilton y Russell, durante toda la carrera.

Al principio y al final, los dos británicos no cejaron de hostigarse hasta comprometer la continuidad de los dos coches en la pista. El equipo tomó la decisión a última hora, en virtud de las estrategias y la vida de las ruedas de cada piloto. «Cambiad posiciones», ordenó el garaje de Mercedes. «Pero la semana pasada ya…», empezó a protestar Russell. «Es una orden», zanjó el responsable de la táctica.

Carlos Sainz se encontró con otra dimensión respecto a su último éxito en Singapur. Enfrascado en una lucha con su compañero Leclerc y los Mercedes, ofreció una carrera sólida empañada, según él, por un error estratégico de Ferrari. «Tal vez hemos perdido tiempo en la última parada, podíamos haber parado antes», aseguró.

Argumento que rebatió el director de la escudería italiana, Fred Vasseur. «La parada fue correcta porque luego tuvo ruedas para atacar a los Mercedes», explicó.