Expresar ideas de forma respetuosa es fundamental para una sociedad democrática plural y madura.
La libertad de expresión es sin duda uno de los derechos fundamentales más complejos de las Constituciones modernas. Esta complejidad no es algo que haya sucedido. Siempre ha sido. No en vano Gareli, un diputado de las Cortes del Trienio Liberal, afirmó que esta libertad es más difícil de legislar que sobre cualquier otra materia. Pero comencemos por el principio. La Artículo 20 de nuestra Constitución consagra varios derechos, entre los que se encuentra el de expresar y difundir libremente pensamientos
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