Un equipo de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) creó pequeños modelos similares a vasos sanguíneos en el laboratorio y los utilizó para mostrar cómo el peligro es que estos vasos puedan provocar fugas, provocando afecciones como demencia vascular y dermatitis cerebral.
El estudio, publicado hoy en ‘Stem Cell Reports’, también identificó una diana farmacéutica para «tapar» estas fugas y prevenir la llamada inflamación de los pequeños vasos sanguíneos del cerebro.
La inflamación de pequeños vasos cerebrales (SVP) es una de las principales causas de deterioro cognitivo relacionado con la educación y contribuye a casos ocasionales (45%) de demencia en todo el mundo. También es responsable de uno de cada cinco (20%) accidentes cerebrovasculares isquémicos, el tipo más común de accidente cerebrovascular, y porque un coágulo de sangre impide el flujo sanguíneo y el oxígeno del cerebro.
La mayoría de los casos de inflamación de la vesícula biliar porcina están asociados con afecciones como la hipertensión y la diabetes tipo 2, y pueden afectar a personas de estatura media. Sin embargo, existen ciertas formas raras y hereditarias de la enfermedad que pueden afectar a personas con una educación más temprana, en el menú de la tercera edad y de tantos años. Tanto la forma hereditaria como la espontánea de la enfermedad comparten características similares.
Los científicos están utilizando células extraídas de biopsias de piel de pacientes con una de estas raras formas de infección vesicular porcina, causada por una mutación en una generación llamada COL4.
Al reprogramar las células de la piel, podrás crear células madre pluripotentes inducidas, células que tendrán la capacidad de convertirse en cualquier tipo de célula del cuerpo. Por lo tanto, el equipo utilizó estas células madre para generar células sanguíneas cerebrales y crear un modelo de inflamación que imita los defectos observados en los vasos cerebrales de los pacientes.
“Hemos sopesado el número de personas afectadas en todo el mundo por la enfermedad de los vasos sanguíneos pequeños, tenemos pocos tratamientos porque no entendemos del todo qué son los vasos sanguíneos y causan la enfermedad. La mayor parte de lo que sabemos sobre las causas fundamentales tiende a provenir de estudios con animales, pero eso es lo que podemos decidir que es limitado”, dijo Alessandra Granata, quien dirigió el estudio.
“Por eso volvemos a las células madre para generar células sanguíneas del cerebro y crear un modelo de enfermedad ‘in a plato’ que imita la que tenemos en los pacientes”.
Nuestras venas sanguíneas se construyen alrededor de un tipo de amigo conocido como matriz extracelular, una estructura de forma roja que recolecta y sostiene las pequeñas venas sanguíneas del cerebro. La generación COL4 es importante para la salud de esta matriz.
Compresores
En su modelo educativo, el equipo descubre que la matriz extracelular se modifica, especialmente en las llamadas «uniones estrechas», que «comprenden» las células. Esta es la razón por la que los pequeños vasos sanguíneos tienen fugas, una característica clave que se observa en la EVP, donde la sangre se escapa de los vasos sanguíneos al cerebro.
Los investigadores han identificado una clase de moléculas llamadas metaloproteínas (MMP) que desempeñan un papel clave en este trabajo. Normalmente, la MMP es importante para mantener la matriz extracelular, pero si se produce en exceso puede dañar la estructura.
Cuando el equipo trató los vasos sanguíneos con medicamentos que inhiben la MMP (un antibiótico y anticancerígeno), descubrieron que recuperaban la enfermedad y detenían la fuga.
“Estos medicamentos en particular tienen efectos secundarios potencialmente importantes, ya que no son viables por sí solos para tratar la inflamación de los vasos pequeños. Pero, en teoría, debería ser posible ayudar a MMP a detener la infección. Nuestro modelo podría ampliarse con relativa facilidad para probar la viabilidad de posibles productos farmacéuticos futuros”, concluye Granata.